Vistas de página en total

domingo, 31 de julio de 2011

Ciudad en ruinas, noche de ratas

Estoy agotada, como añoro mi faro, su calma y su seguridad, he estado durante horas paseando sola entre las calles de Palma, caminado entre las ruinas de esa gran ciudad, que ahora solo es un nido de miseria, por el cual campan a sus anchas ratas y cucarachas, como si esta inerte ciudad ahora solo fuera de ellas, camino buscando algún vehículo por la ciudad, un coche, una moto, una bicicleta, lo que sea, lo que sea me da igual, pero no hay nada, esos monstruos lo han destruido todo, como si fueran una plaga...
He estado durante horas no solo buscando una forma de huir de ahí, sino también comida, me muero de hambre, he buscado cualquier cosa para comer, y solo he encontrado en una tienda arrasada, en la cual hacia años que no entraba ni un alma, una miserable lata de sardinas, me ha parecido un regalo del cielo y la he devorado bajo la luz de las estrellas, sentada en el sucio banco de una plaza, mirando a las estrellas, que hermosas son las estrellas, aunque cada vez que las miro no puedo evitar el recordar que ellas son las culpables de todo esto, y que en una noche estrellada como esta comenzó esta pesadilla; me he lamido hasta los dedos con el aceite de la lata, entonces he visto esos ojos rojos, unos puntos pequeños y brillantes que me miraban rabiosos desde el suelo, seguidos de cada vez más y más, como si estuviese encima de un manto vivo, de miles de miradas que empezaban a mirarme con rabia, entonces me he percatado de que eran ratas, las ratas más grandes, feroces y hambrientas que jamás haya visto, las cuales me empezaban a rodear, atraídas sin duda por el olor aceitoso de mi cena, aterrada he lanzado la lata vacía a la oscuridad, y he visto como varios de esos ojos se lanzaban contra ella, peleando por la posible comida a muerte, pero la mayor parte de esos ojos me seguían mirando, acechándome, preguntándose cual seria mi sabor...., he desenfundado mi pistola, pero las ratas ni se han inmutado, como si fueran consciente de su gran ventaja numérica, y estuviesen dispuestas a morir a cambio de devorarme..., una rata cercana saltó contra mi, con su pequeña boca llena de afilados dientecillos comenzó a morder con rabia mi bota, por inercia grité y le di un puntapié  lanzándola violentamente a la oscuridad, mientras gritaba aterrada, y como si esa fuera la señal esperada, el resto de enormes y repugnantes ratas se abalanzaron contra mi, como si fueran un cuerpo sólo, aterrada disparé a mi alrededor matando a una o dos de aquellas bestias, mientras notaba como esas cosas se subían por mi cuerpo, clavándome sus sucios dientecillos, los cuales me desgarraban hiriéndome, enloquecida comencé a correr, quitándome esas alimañas de encima mio, mientras notaba como mis zapatos las aplastaban a su paso, convirtiéndolas en charcos de sangre y carne, desesperada comencé a correr, seguida por aquel ejercito de ratas, notando como por cada una que quitaba de encima mio, saltaban tres sobre mi mordisqueándome con mucha más fuerza, en mi carrera vi la puerta de un portal abierta, desesperada fui hacia ella, la cerré con fuerza detrás de mi, notando como la marabunta enloquecida de ratas se abalanzaba contra la puerta, intentando atravesarla rompiéndola con sus sucios dientes y garras, sobre mi quedaban unas 8 de esas enromes ratas, las cuales me mordían el cuello, los brazos, y una de ellas me mordían las mejillas, buscándome con seguridad los ojos para comérselos, arranqué con violencia a cada una de las ratas de mi, con una energía desconocida en mi, lanzádolas con todas mis fuerzas lo más lejos de mi, o al suelo para luego aplastarlas de un pisotón, cuando acabé con la última de las ratas, grité con rabia, consciente de que estaba a punto de perder mi escasa cordura.
Ahora estoy sentada en el suelo, aún oigo alguna de esas apestosas ratas golpeando la puerta, iluminada por la tenue luz de mi portátil, escribiendo al tiempo que desinfecto y sano mis heridas, esperando no haberme infectado de rabia o algo peor..., debo descansar, debo ordenar mi mente, por que estoy a punto de volarme la tapa de los sesos, esto es una locura, tal vez debería rendirme, ¿para que continuar con esta vida?, ¿no sería mejor que fuese comida para ratas?, debo apartar esas ideas de mi cabeza, debo intentar descansar..., mañana tal vez tenga suerte, ojala que así sea...

No hay comentarios:

Publicar un comentario